El cuerpo humano no se mueve desde el azar, sino desde una organización interna única para cada persona. Esa organización —tu posturalidad— condiciona cómo se distribuyen las fuerzas, cómo responden tus articulaciones y por qué siempre se repiten los mismos dolores en los mismos puntos. En este artículo te explico por qué ocurre, cómo identificarlo y qué hacemos en Equilibrio Club Alicante para solucionarlo desde la raíz.

¿Qué es realmente tu posturalidad y por qué es única?

Tu posturalidad es la forma en que tu cuerpo ha aprendido a sostenerse contra la gravedad a lo largo de los años. Igual que tienes una huella dactilar única, tu postura también es única porque ha sido moldeada por experiencias, tensiones, lesiones, hábitos de trabajo y adaptaciones inconscientes.

Con el tiempo, las articulaciones se recolocan para poder seguir funcionando, aunque eso implique adoptar posiciones de desventaja mecánica: un pie que rota hacia dentro, una escápula que se fija demasiado, una pelvis que no reparte bien las cargas. Esa reorganización “compensada” permite seguir adelante, pero con un coste: más esfuerzo de fondo, más fricción articular y más sensibilidad al dolor cuando te mueves.

Este fenómeno está muy descrito en la literatura científica. Por ejemplo, el estudio “Altered alignment and compensatory motor patterns increase joint loading during functional tasks” (PubMed) demuestra cómo los cambios posturales alteran la mecánica articular y aumentan la tensión en puntos concretos del cuerpo, lo que explica por qué ciertos dolores se repiten una y otra vez.

 

Tus hábitos diarios no son la causa… pero sí son el acelerador

Muchas personas piensan que su dolor viene porque “se sientan mal”, porque “duermen en el sofá” o porque “pasan muchas horas de pie”. Y aunque todo eso influye, no es el origen del problema, sino el acelerador. Si tu posturalidad ya coloca tus articulaciones en una desventaja mecánica, tus hábitos diarios simplemente suman más estrés a un sistema que ya llega al límite.

Dormir con una almohada muy alta, apoyarte siempre en la misma pierna o cocinar inclinándote siempre hacia un lado no crean la lesión… pero sí agravan una base postural ya alterada. Es como tener una cuerda muy tensa y añadirle un pequeño peso cada día: tarde o temprano acaba doliendo.

Análisis postural de una mujer con líneas de referencia y un modelo anatómico al fondo en una valoración inicial en Alicante

La raíz de tus dolores recurrentes: la fricción en una articulación desventajosa

Esta es la idea clave del artículo, y la razón por la que tus dolores aparecen siempre en los mismos puntos.

Cuando una articulación cambia su posición natural por tu posturalidad, comienza a moverse fuera de su eje. Eso hace que:

 

  • la fricción aumente,

  • los tejidos se irriten,

  • la musculatura defensiva se active,

  • la inflamación aparezca,

  • y el dolor vuelva siempre al mismo sitio.

 

Por eso, aunque en muchas resonancias no aparece daño estructural, el dolor sigue ahí. El cuerpo está trabajando “a contracorriente” y eso se nota cada vez que te mueves.

El estudio “Musculoskeletal pain without structural damage: neuromotor alterations underlying chronic symptoms”(PubMed) explica exactamente este fenómeno: dolor sin lesión debido a una mecánica alterada que se repite día tras día.

 

Por qué la postura importa más en dinámico que en estático

Se suele pensar que “tener buena postura” es únicamente colocarse recto cuando estás quieto. Pero el cuerpo humano no está diseñado para la quietud, sino para moverse.

En dinámico —al caminar, levantar un peso, subir escaleras o correr— tu cuerpo cambia constantemente su centro de gravedad y necesita un equilibrio activo. Si tu posturalidad ya tiene una base poco eficiente, esos cambios dinámicos se vuelven exigentes, descoordinados y, muchas veces, dolorosos.

Por eso en Equilibrio Club Alicante la postura no se corrige solo “poniendo recta la espalda”, sino reorganizando activamente la manera en que tus músculos sostienen tu esqueleto mientras te mueves.

La posturalidad determina cómo funcionan tus pies, tus caderas y tu columna

Cuando entendemos tu posturalidad, entendemos también tus limitaciones:

 

  • un pie más rígido que el otro,

  • una pelvis rotada,

  • una escápula que no se desliza bien,

  • una columna que gira mejor hacia un lado que hacia el otro.

 

Esto explica por qué tu cuerpo responde de forma tan desigual ante ciertos ejercicios, por qué ciertas zonas “se cargan” siempre y por qué otras no cooperan aunque te esfuerces.

En Equilibrio Club lo vemos constantemente: la postura determina cómo pisas, cómo te impulsas, cómo te equilibras y cómo distribuyes las cargas articulares.

Por eso hacemos una evaluación inicial tan exhaustiva en Equilibrio Club Alicante

La evaluación no es un capricho. Es la base que nos permite:

 

  1. Entender tu posturalidad real

    (lo que no puede verse solo a simple vista).

  2. Detectar dónde tu cuerpo está en desventaja mecánica

    (los tres tests clave lo revelan en segundos).

  3. Construir un plan de acción eficaz, seguro y totalmente individualizado,

    no un entrenamiento genérico.

  4. Evitar daños y evitar que entrenes “a ciegas”.

  5. Organizar tu cuerpo para que puedas moverte con libertad, sin fricción.

 

Enlaces internos para que el lector siga aprendiendo

 

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Conclusión: entender tu posturalidad es entender tu dolor

Tus dolores recurrentes no son casualidad. No son por la edad. No son porque “estás hecha un desastre”. Son el reflejo de cómo tu cuerpo ha tenido que adaptarse durante años para poder seguir funcionando.

La buena noticia es que se puede reorganizar.

Y cuando lo hace, la fricción desaparece.

Y cuando desaparece, desaparece también el dolor recurrente.

Si quieres saber cómo está tu posturalidad y qué necesita tu cuerpo para dejar de doler, reserva tu valoración inicial en Equilibrio Club Alicante.

Es el primer paso para construir un cuerpo fuerte, equilibrado y libre de dolor.

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